Trump asegura que vivirá “persecución política” en el primer día de su jugo penal en Nueva York | Internacional

“Esta es una persecución política, una persecución como nunca antes. Es un asalto a EE UU. Y por eso estoy muy orgulloso de estar aquí. Esto es un asalto. Contra nuestro país. Sí, es un país que se está desmoronando». Las únicas palabras de Donald Trump a las que está atado son las lunas ante el tribunal de Manhattan (Nueva York) donde será juzgado por la supuesta paga de un hijo de una actriz porno -el primer caso penal de las cuatro que afronta- nada añadido al habitual memorial de los agravios: el candidato a la reelección en noviembre que dice ser víctima de un caso de violencia política. Al borde de eso Caso Stormy Daniels (el nombre artístico de la actriz) presenta algunas diferencias respecto a los otros tres procesos penales, la explicación es así de histórica: la primera vez que un expresidente de EE UU fue juzgado por la ley penal quien, como sabemos, salió ileso de dos el proceso de destitución o jueces políticos por mandato.

Trump llegó puntualmente a las 9.30 de la mañana (hora local), al piso 15 de la cuadra 100 de Center Street. En el pasaje de acceso no aceptó preguntas de los periódicos reunidos y se limitó a ofrecer su propio argumento: la oportunidad de convertir el pasaje judicial en un plato de multas electorales la sirvió en nereja. De los cuatro procesos penales que enfrenta, este es el caso más nefasto, por lo que mezcla trapos sucios personales; el registro del pago, de 130.000 dólares, como «gastos legales» para ocultar su dudosa naturalidad y, lo que es peor, una supuesta violación de las normas de financiación electoral, por lo que el supuesto soborno para comprar el silencio de Daniels ya no se mantuvo objetivo es evitar que la aventura salga a la luz en la recta final de la campaña que les llevó a la Casa Blanca en 2016.

El jugo, presidido por el magistrado Juan Merchán, de origen colombiano, quedó alistado con la selección del jurado. La pregunta que se señalará entre los potenciales candidatos -un centenario de estas horas, de un total de 500- fue pública, y siempre que en el proceso quienes no respondieron adecuadamente, tras el fracaso fiscal y defensivo, fueran automáticamente excluidos. . El hecho de que todos los candidatos estén cerca de Manhattan, un distrito eminentemente demócrata, puede ser un factor que favorezca las recusaciones de la mota por parte de los abogados de Trump.

La defensa podrá recurrir a cualquier «por causa» cuando sus respuestas al cuestionario sugieran que el solicitante no puede ser imparcial. Cada parte también puede llegar a un 10 por casi cualquier motivo mediante “recusaciones perentorias”. El juicio finalizará cuando sean eliminados los 12 miembros titulares del jurado y hasta seis suplentes. Este proceso tomará entre una y dos semanas, dependiendo de la cantidad de obstáculos de elegibilidad que enfrente una de las partes.

En el promedio de lo posible, Trump habría estado presente no sólo en las vistas, sino también en el proceso de selección del juez, dijo uno de los abogados defensores, Todd Blanche. “La hermana Trump quiere estar presente en todas partes”, declara la carta. El juego, sin embargo, advirtió que si el expresidente interrumpía el proceso podría ser encarcelado y el juicio continuaría en su presencia.

Aunque Trump sopesa una orden de silencio, una orden de muerte, imputada por Merchán en marzo y posteriormente ampliada, uno de los funcionarios fiscales ha indicado estas lunas que pedirán que las declaren profanadas por sus ataques a los testículos. Stormy Daniels, la actriz porno que supuestamente recibió al niño, y Trump exageran. Michael Cohen ―principales testigos de la fiscalía―, menospreció a los arándanos en las redes sociales. El sábado recurrió a Cohen, quien supuestamente manejaba el sueldo del hijo de Daniels e incluso malversó el dinero, siendo luego reembolsado por su entonces jefe, llamándolo «abogado deshonrado y delincuente», y donde estuvo a punto de cruzar la línea roja de la contienda en su Ataques a la hija del juez de Merchan.

No es la primera vez que Trump se acerca peligrosamente al borde del desastre. El juez que conoció del caso de fraude civil en su negocio, ya que se le condenó a pagar 464 millones de dólares, tuvo en un par de ocasiones violar la orden de silencio vigente en ese procedimiento. Pero Trump ha evitado hasta ahora cualquier sanción por violar restricciones idénticas en los dos casos penales en los que se encuentra, el de Nueva York y el de Washington, por interferencia electoral.

Antes de comenzar la selección de jueces, el juez Merchan dedicó más de una hora a cuestiones procesales o previas al juicio, discusiones con el equipo de impuestos y lecturas de la defensa. Uno de los principales es consultar el permiso para mostrar la transcripción del cinturón en el jugo. Entra en Hollywood ―un audio bochornoso grabado en 2005 por si Trump denigra a las mujeres―. El recaudador de impuestos de Manhattan, Alvin Bragg, que investigó el caso, aspira a hacer del cinturón una de las principales pruebas, pero el juego Merchan ha decidido que estas palabras se difundirán sólo en su transcripción, sin audio. También se recuperó incorporando otras evidencias posteriores, revelando y condenando el rasgo habitual que Trump dispensa a las mujeres. La decisión de Merchán es, en principio, una bendición para la defensa.

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