Mario Marzo y Tote Fernández: dos blancos heterosexuales a la venta en el armario del machismo en RTVE Play | Televisión
Mario Marzo (Santorcaz, Madrid, 28 años) y Tote Fernández (Cieza, Murcia, 28 años) son dos chicos blancos heterosexuales a los que han llamado marido muchas veces pero no se han sumado a todos los patrones que la sociedad ha juzgado sobre el concepto de hombre. RTVE Play sólo lleva desde este domingo en un videopodcast poseedor ¡Qué hombres! donde charlan entre ellos, con algunos invitados y con expertos sobre sus experiencias. Esta es una conversación hombre explicando ¿feminista? Es lo último que pedimos a los responsables del espacio, que no pretenden victimizar a los hombres normativos ni apropiarse del discurso de la comunidad LGTBI+ o del movimiento 8-M.
Iago Fernández, uno de los directores del podcasts de vídeo, que lanza un nuevo episodio cada domingo, explica que “la única ambición del formato es visible para todas esas vidas lamentablemente frecuentes que los hombres viven cuando son niños y donde cuestionan su identidad o su sexualidad simplemente sin encajarlas en lo que la sociedad impone como normativo”. Aclara que “no se trata de encontrar las llamadas de la nueva masculinidad con las tradicionales, sino de hacer todo lo que existe, que por naturaleza es infinito. Es importante hablar de todo esto porque el menú acaba genera reacciones y perfiles tóxicos, y esto significa que no sólo tienes un efecto en los hombres, sino en todas las personas de tu entorno y en Internet.»
El cantante y subcampeón de Operación Triunfo 2023, Paul Thin, es el primero de sus invitados. Cuando le preguntas qué significa para él ser hombre, admite que es sinónimo de privilegio. “Queremos exponer (que no impongan) nuevos conceptos sobre la masculinidad”, explica este juego en conversación telemática desde Murcia uno de sus presentadores, Tote Fernández. “No quiero que otros hombres se desmoronen, sólo que me tranquilicen si quiero hacerlo. Ciertamente hemos hecho algunos comentarios al respecto. podcasts que es machista. Y pedimos perdón por él, estamos aquí para aprender”, tema.
Fernández abandonó su carrera futbolística tras una lesión. Tras dejar el deporte profesional se trasladó a Madrid. “Tuve que pasar mucho tiempo sola. Cuando esto pasa, me veo obligada a hacer cosas que quiero hacer, como llorar, leer poesía, escribir… Y me veo obligada a vestirme con faldas, bolsos o tapas, cosas que me atraían hacer cuando él era pequeño. Me gustan las mujeres, me siento parecido, pero hay ciertas cosas que se asocian a la mujer que intenta ocultar toda mi vida y que decide no seguir adelante”, afirma. Comienza a compartir tu nueva realidad en las redes sociales y muchas de tus publicaciones se vuelven virales. Compañeros de fútbol y amigos de toda la vida le escribían diciéndole que no era heterosexual y llenaban su WhatsApp de mensajes disfrazados de bromas: “Anda, ¿cuántas gallinas has visto?”, recuerda un ejemplo. Se separó de todas aquellas personas que entendían que no tenían nada en común.
El caso de Mario Marzo, su socio en ¡Qué hombres!, Más paulatino fue suficiente. Criado en una familia dedicada a la música clásica, durante cinco años fue, para muchos compañeros, «el gay de la clase» tocando el piano. Aunque en el país de esa nación, como en el colegio de los monjes y en el instituto público, quienes escuchaban siempre formaban parte de grupos de amigos. No tenía chicas ni gais en ellos. “No me sentía identificado con muchas de las cosas que hacían mis amigos, pero me acosaban”, admite. La autocrítica se volvió hacia la mayoría de los educadores, cuando comenzaron a leer algunos textos en el marco del feminismo. Al igual que Tote Fernández, también decidí dejar a algunos de tus amigos. Cuando comencé a tomar clases de actuación, apareciste como actor en la serie de los protegidos (Antena 3) es cuando vio otras realidades más claras, “aunque mis comportamientos han seguido siendo mucho más normativos que otros”, admite.
Quería que la mayoría de los invitados se reunieran fuera del colectivo LGTBI+, con excepciones como Paul Thin y el actor trans Ander Puig. “Los roles de género perjudican a todas las personas en el mundo, incluidos los hombres heterosexuales, que generalmente son privilegiados. Y lo perpetúa en todo el mundo. Las mujeres que han tenido comentarios en mis publicaciones me dicen nuevo: amiga, cuéntame…», comenta Tote Fernández.
“Desafortunadamente, las personas menos familiarizadas con los roles de género no van a descubrir qué opinan los hombres homosexuales o trans, ni las mujeres, al respecto. No nos pediremos que nos presidan (por eso nos prestamos a los expertos), sin ser autocríticos. Intentamos que estos espectadores se sientan identificados con algunos de nuestros comentarios y, aquí, una vez más”, explica Marzo. “Y pensamos en cómo recordamos aquí, qué referencias históricas, familiares, en el deporte o en el cine, alimentaron las malas acciones del hombre cis heterosexual y blanco”.
“Solo con la reacción que tuvo el anuncio del programa, la gente puede entender por qué es necesario si lo emiten. Los comentarios más repetidos se refieren a nuestra sexualidad. “¡Hubo alguien que dijo que no podíamos pedir nada!”, dice Marzo, padre de dos hijos. Si algo entendieron los dos presentadores sobre el formato desde el que adquirir estos programas es que «el dinero y el marketing están en el menú detrás de muchos y muchos impuestos en general, desde los colores del niño y la niña hasta los juguetes y muchas cosas más». «, Confesa Marcha.
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